Tasa Tobin1
Se
vuelve a hablar en los diferentes espacios de convergencia de
gobernantes y legisladores, de la posibilidad de reflotar la
iniciativa del economista estadounidense James Tobin en el año 1971
(premio Nobel en 1981)2.
Se
trata de la aplicación de un impuesto global aplicable a las
transferencias financieras (TTF), a cada movimiento de dinero que se
realice a través del sistema financiero.
La
vieja idea de Tobin, luego de más de 25 años de ensueño en un
cajón, fue reflotada en el año 1997 por Ignacio Ramonet, entonces
director de Le Monde Diplomatique, desde donde propició la formación
de la ONG ATTAC (Asociación por la Tasación de las Transacciones y
por la Ayuda a los Ciudadanos) con la intención de impulsar su
aplicación.
La
tasa se ha convertido en un asunto que hemos defendido los grupos
altermundistas y ha invadido el debate político en la calle y en
algunos parlamentos.
Según
los expertos sería mucho más simple su puesta en marcha y su costo
de recaudación sería insignificante. Países como el Reino Unido,
Corea del Sur y Taiwán aplican impuestos similares con interesantes
resultados.
Los
montos que podrían recaudarse con la aplicación de esta tasa a
nivel global son impresionantes. Si bien aun no hay nada definido y
se habla de porcentajes del 0,005 hasta el 0,1, e incluso hay
diferencias respecto a qué tipo de operaciones afectará, hay
consenso en que podría recaudar cerca de los 400 mil millones de
dólares al año y el propio FMI ha señalado que su aplicación es
factible y que no supondría un problema para el sistema financiero.
En
Europa3
tanto la Comisión Europea como la mayoría de los países se
muestran receptivos a la implantación de la nueva tasa, salvo Suecia
que tuvo una mala experiencia en el pasado. Alemania e Italia se han
manifestado favorables a la tasa pero en el marco europeo Merkel, ha
señalado que personalmente es favorable aunque ha puntualizado que
todavía no hay acuerdo en su gobierno. También señaló que ni no
se consigue convencer a los 27 miembros de la Unión Europea hará
campaña para que lo adopten los 17 de la zona euro.
El
Francés Hollande promete defender los eurobonos y la Tasa Tobin.
El
Reino Unido mantiene su clara oposición a la medida. Su Primer
Ministro, David Camerón, ha declarado recientemente en una
entrevista en la cadena pública BBC que vetará cualquier medida de
este tipo si sólo es impuesta a nivel europeo y no global. Según el
«premier» británico, aplicar esta tasa sólo en la UE sin que se
impongan medidas similares en otros lugares del mundo puede
perjudicar al mercado laboral europeo y a la prosperidad del
continente.
El
ITF fue debatido en el G20 los días 3 y 4 de noviembre de 2011 en la
reunión de Cannes pero se frustró la negociación. Además del
Reino Unido, EEUU es renuente a la nueva tasa. También es destacable
que los países emergentes, Rusia, China e India se opongan o que
Brasil no tenga una política pro activa para adoptarla. La razón
puede estar en que los sistemas financieros de estos países están
más regulados y aplican control de capitales en diversos grados por
lo que no tienen el gran problema de especulación de los países
europeos.
Por
otra parte, más de 350 economistas, incluyendo Jeffrey Sachs, Paul
Krugman y Joseph Stiglitz, firmaron una carta propugnando la Tasa.
Sin
embargo, debemos estar atentos a quienes administrarán semejante
suma de dinero y en qué se empleará. Por supuesto que nuestra idea
desde las organizaciones ecologistas. medioambientalistas y de
derechos humanos difiere mucho de lo que están impulsando los
poderes económicos y sus gobernantes.
La
idea del Tobin era "echar arena en los engranajes demasiado bien
engrasados" de los mercados monetarios y financieros
internacionales. En su inicio Tobin. propuso que la tasa debía ser
baja, en torno al 0,1%, para penalizar solamente las operaciones
puramente especulativas de ida y vuelta a muy corto plazo entre
monedas, y no a las inversiones.
En
Europa la Comisión adoptó planes para el ITF con el que preveía
recaudar unos 55.000 millones de euros al año a partir de 2014, pero
se espera para el final de enero una contribución común del eje
franco-alemán para fijar la base imponible de este nuevo impuesto
para estar operativa en 2013. El tipo propuesto por el Ejecutivo
comunitario era de 0,1% sobre las acciones y obligaciones (bonos) y
de 0,01% sobre los demás productos financieros derivados.
ATTAC
considera que ahora ya no es válido el porcentaje de sólo el 0.01%
ya que postulan un tipo más alto para poder reducir la especulación
y la volatilidad. También consideran inadmisible que no se aplique
el ITF a las transacciones de divisas, que es un mercado que mueve 4
billones de dólares al día, y que por ser altamente especulativo y
tremendamente volátil es enormemente dañino.
La
Comisión argumenta que gravar estas operaciones supondría infringir
el principio de libre circulación de capitales. ATTAC exige su
control social pues señalan que sólo alrededor del 15% de las
transacciones de divisas tiene a un agente comercial en la operación,
y el resto se realizan entre instituciones financieras por lo que se
trata de operaciones meramente especulativas.
Se
postula que los ingresos de este impuesto deben constituirse en
fuente de financiación para combatir la pobreza en el mundo. Frente
a esto los movimientos de liberalismo económico lo consideran una
medida intervencionista negativa que dificulta el libre comercio y
que presenta muchas dificultades para la recaudación y gestión de
los fondos.
Si
la administra una institución financiera internacional, seguramente
terminará sirviendo a los intereses del propio mercado, tapando los
inmensos agujeros económicos del sistema y sólo unas migajas irán
a parar a algún fondo para temas ambientales y sociales.
La
opción contraria, la que impulsamos desde las ONG y diferentes
actores de la sociedad civil es destinar esos recursos a la lucha
contra el Cambio Climático y contra la crisis alimentaria en el
mundo. Serviría además para regular los excesos del mercado.
De
modo que el sólo hecho de que la Tasa se concrete no nos garantizará
haber dado un paso hacia delante, tendremos que esperar a ver si la
bolsa se reparte entre los pobres o se convierte en un nuevo cambio
para que nada cambie en realidad.
1.-
A raíz de un articulo en julio de 2011 de Ricardo Natalichio.
Director de EcoPortal.net.
2.-
Será incluida en la agenda de trabajo del Consejo Europeo del
próximo 30 de enero de 2013.
3.-
Artículo de Fernando Rosado Domínguez el 20 de abril de 2012 en
“ControlCapital.net”