En 2022, el blog activo de la OSEL de Murcia y Alacant es este: https://laoselmurcialacant.wordpress.com/
sábado, 1 de enero de 2022
miércoles, 19 de febrero de 2020
Introducción de la renta básica
Frente a subsidios y ayudas, en lugar de ser
un sistema donde hay pagos parciales, la renta básica garantiza un
nivel mínimo; en lugar de ser puntuales, los pagos son periódicos;
en lugar de basarse en las necesidades, se abonan a todos como una
cantidad fija; se abonan en efectivo, y no en forma de complicado
apoyo en especie; se conceden a todas las personas, no solo a los
hogares necesitados; en lugar de exigir que se cumplan diversas
condiciones, son incondicionales; en lugar de excluir a los ricos,
son universales; en lugar de basarse en contribuciones a lo largo de
toda la vida, se financian principalmente mediante la recaudación de
impuestos. Por la facilidad de su diseño la burocracia es mínima y
los costos administrativos reducidos.
Nivel
mínimo garantizado. La renta “básica”, pretende
garantizar un nivel mínimo con el que todo perceptor pueda
mantenerse. Aunque las necesidades de las personas están muy
individualizadas y dependen en gran medida del contexto, el importe
que requerirá cada persona concreta dependerá de factores como el
precio de la vivienda y el coste de la vida en cada lugar, el estado
de salud de la persona y si existe alguna forma de red de apoyo. La
renta básica se concibe como un importe uniforme, que no refleja
esas diferencias. No obstante, existen distintas versiones del
concepto en las que se contempla ajustar el importe a lo largo del
tiempo, concediendo menos dinero a los niños y más a las personas
de edad, o realizando ajustes en función de la geografía. La base
sobre la que se calculará el nivel mínimo y el importe que haya de
pagarse variarán notablemente de un país a otro. Por ejemplo, en un
referendum nacional sobre la renta básica en Suiza se propuso un
pago de 2.500 francos suizos al mes para cada adulto, mientras que en
una iniciativa planteada en Sudáfrica se contempla conceder 15
dólares de los Estados Unidos por persona y mes, ajustados según la
inflación.
Pagos
periódicos. En un sistema de renta básica, los pagos se
abonarían a sus receptores de forma periódica, por ejemplo
mensualmente que garantizan un nivel mínimo constante. La
previsibilidad y la continuidad garantizan el cumplimiento de los
objetivos relativos a la redistribución y a la reducción de la
pobreza.
Pagos
en efectivo. La renta básica está concebida como una
subvención en efectivo, no como un apoyo en especie, como son los
alimentos, los vales o la vivienda. Ello significa que las personas
deben disponer de un medio para recibir los ingresos, como una cuenta
bancaria, un teléfono móvil capaz de gestionar pagos electrónicos.
Esto podría ser problemático en situaciones en las que ni la
infraestructura bancaria ni la cobertura de telefonía móvil son
fiables, y también plantearía dificultades a grupos como las
personas sin hogar, las personas que huyen de la violencia doméstica
y las personas con discapacidad psicosocial o simplemente a las
personas que no quieren trabajar con banco privados. Se solucionaría
con una oficina “pagadora” pública.
Pagos
personales. Mientras que muchos aspectos de los sistemas
existentes de protección social se dirigen a la familia (igual
personas adultas que niñas y niños), la renta básica se abonaría
directamente a cada persona. No obstante, algunas propuestas prevén
una reducción de los pagos teniendo en cuenta la situación general
de la familia o del hogar.
Pagos
incondicionales. La ausencia de condicionalidad es un aspecto
clave para la mayoría de los defensores de la renta básica. Eso
significa que para percibir la renta no es preciso cumplir condición
alguna, como hacer que los infantes asistan a la escuela o demostrar
que se está buscando un empleo. Así, las personas no se verán
empujadas a aceptar empleos desagradables o poco atractivos que no
habría problemas que fuesen desempeñados por máquinas o por
personas que les atraiga un salario más elevado.
Pagos
universales. Una renta básica completa se considera un
derecho universal, que se abona automáticamente a todas las personas
de la sociedad, independientemente de sus ingresos, patrimonio, edad
y género. No requiere una comprobación de los medios de vida y no
se limita a una categoría concreta de beneficiarias. Para muchos la
idea resulta perturbadora, se preguntan por qué los privilegiados
deben recibir lo mismo que los desfavorecidos. Se suele responder que
toda forma de comprobación de los medios de vida para determinar
quién tiene derecho a una prestación exige una infraestructura
burocrática voluminosa e ineficaz para evaluar las solicitudes,
impone a las personas desfavorecidas la obligación de demostrar su
estado de necesidad financiera, estigmatiza al grupo destinatario y
socava la libertad para no trabajar, en contraposición a los
servicios sociales con verificación de recursos, que se reducen a
medida que las personas trabajan más y ganan más dinero. Una opción
para conservar la universalidad y al mismo tiempo responder a esta
crítica relativa a la injusticia sería un sistema de tributación
progresiva que a efectos prácticos recuperaría gran parte de la
renta básica abonada a las personas de ingresos elevados. Algunos
refutan la viabilidad de ese enfoque en un mundo en el que los
métodos de elusión1
y evasión fiscal imperan entre las élites. Los ricos pagarían
impuestos directos progresivos y todos pagarían impuestos
indirectos.
Aclarar
que la dimensión de la universalidad se aplicaría únicamente a los
ciudadanos o a las personas que hayan residido legalmente en el país
durante un período de tiempo mínimo, aunque algunos planes solo
exigen la residencia fiscal. Esos límites plantean importantes
interrogantes en lo que respecta a los trabajadores migratorios, los
trabajadores indocumentados y los solicitantes de asilo. En todos los
casos residencias comprobadas.
1
Acción
de eludir. "la elusión de responsabilidades; la elusión de un
conflicto"
lunes, 13 de enero de 2020
La renta básica, a debate
original de Federico G. Charton. La brecha entre ricos y pobres se ensancha cada vez más, especialmente desde que comenzó la crisis, esa crisis que los poderosos se empeñan en decir que ha sido superada. Pero eso tal vez es cierto para el 10% de la población española, aquella que en la última década ha acumulado la mitad de la riqueza de nuestro país, es decir, medio billón de euros y que son el sector de población que realmente defiende este sistema.
Según
el último informe de Save
The Children,
Desheredados,
Desigualdad infantil, igualdad de oportunidades y políticas públicas
en España,
en nuestro país, entre 2008 y 2015 la pérdida media de renta debida
a la crisis fue de un 21% entre las personas más pobres, mientras
que la pérdida entre las más ricas fue sólo de un 2,1%. El sector
más afectado es la infancia.
“La
renta básica universal sería el modo eficaz de superar la pobreza
estructural del sistema capitalista e introduciría nuevos modos de
relación con el trabajo”
Desde
la ecología política se plantea una solución para evitar la
pobreza extrema: la Renta
Básica Universal
(RBU),
un sistema por el que toda persona, independientemente de su edad,
condición social o nivel de renta, recibiría una asignación lo
suficientemente elevada como para asegurar su supervivencia, según
los estándares de cada país. La RBU
sustituiría a una serie de subsidios y ayudas condicionadas a la
situación laboral de cada persona, que
seguiría necesitando
para alcanzar el nivel adecuado,
de forma complementaria, aunque
tuvieran un empleo, tendrían la libertad de poder rechazar aquellos
trabajos que atenten contra sus derechos, pues su sustento no
dependería de ello. Se
podrían realizar muchos mas trabajos por vocación. Además,
la RBU
daría visibilidad a los trabajos no remunerados, casi siempre hechos
por las mujeres de forma injusta, como son los cuidados y la crianza
(aunque tiene que venir asociado a una re-definición
de los roles en la familia). Numerosos estudios avalan la viabilidad
de la aplicación de esta renta, como los realizados por el profesor
de Economía de la UB, Daniel
Raventós, o por la Red de Renta Básica, cuyos trabajos dan
argumentos muy sólidos para hacer posible esta medida, que ya se
está poniendo a prueba en países como Finlandia.
Las
críticas a la RBU vienen tanto de la derecha como de la
izquierda del espectro político. Desde las filas conservadoras se
suele argumentar que “no hay dinero para esto”, “provocará que
la gente no quiera trabajar”, “alentará la ociosidad”, etc. A
estos argumentos se les puede contrarrestar con otros, como que
percibir una renta básica disminuiría la presión de aceptar un
empleo cualesquiera que fueran las condiciones laborales ofrecidas.
En segundo lugar, una renta básica estimularía con toda
probabilidad el autoempleo, pues disminuiría de forma considerable
los riesgos de emprender un proyecto nuevo. Además, traería consigo
una presión al alza de los sueldos de quienes desempeñan trabajos
incómodos y poco gratificantes.
Desde
la izquierda también se critica la RBU, con argumentos como que, se
entrega dinero a los beneficiarios para que compren los productos y
servicios siguiendo la lógica del mercado, este juicio minusvalora
la capacidad de las personas de consumir de forma responsable1.
La izquierda prefiere el empleo remunerado garantizado, moneterizando
toda actividad, aunque sea voluntaria y en favor de la comunidad.
Argumentan que subiría la inflación y que los costes de la RBU
serían mayores que los actuales referidos a la Renta Mínima,
razonamientos rebatidos por los defensores de la RBU que
pueden ser fácilmente consultados en la red.
La
Renta Básica Universal es una medida que está siendo debatida en la
actualidad, y cuyos beneficios, en mi opinión, excederían sus
desventajas, siendo un modo eficaz de superar la pobreza estructural
del sistema capitalista e introduciendo nuevos modos de relación con
el trabajo, para alcanzar una sociedad más justa y solidaria.
Federico
G. Charton. Catedrático
de Música de Educación Secundaria en un instituto de Murcia. Nació
en 1965 en París (Francia). Licenciado en Biología por la
Universidad de Murcia (1989), ha trabajado en temas de educación
ambiental antes de dedicarse a la docencia en la especialidad de
Música desde 1993, simultaneándolo con su interés por los temas
ambientales. Miembro de Los Verdes de la Región de Murcia (ahora
EQUO) desde 2003. Actualmente afiliado de EQUO RM, organización de
la que fue co-portavoz regional entre 2011 y 2013 y miembro de la
Mesa de Coordinación Autonómica entre 2011 y 2015.
1
Si se consigue la RBU, muchas mentalidades tendrán que cambiar.
Esta medida ayudaría a ser mas conscientes.
jueves, 21 de noviembre de 2019
APORTACIONES DE THOMAS GORDON EN LA COMUNICACIÓN ENTRE IGUALES
Las 12 respuesta típicas de una
comunicación inadecuada:
- Ordenar, dirigir, mandar. Cuando se considera que se tiene rango o autoridad.
- Advertir, amonestar, amenazar. Condicionando las consecuencias a la otra persona.
- Exhortar, moralizar, aleccionar. Cuando se habla desde “el debería”.
- Aconsejar, sugerir soluciones. Cuando se pretende resolverle el problema a la otra persona, suministrando las respuestas y las soluciones solo desde nuestra perspectiva.
- Disertar, enseñar dando argumentos lógicos. Cuando se trata de influir mediante hechos, con lógica, contra argumentando.
- Juzgar, criticar, culpar. Cuando se responsabiliza a la otra persona sin empatizar.
- Elogiar sin saber lo que realmente siente o piensa la otra persona. Cuando se evalúa aunque se crea que es en positivo.
- Poner apodos, ridiculizar, avergonzar. Cuando se etiqueta a la otra persona.
- Interpretar, analizar, diagnosticar. Cuando “se cree” conocer a la otra persona desde nuestro punto de vista.
- Tranquilizar, consolar sin saber lo que la otra quiere realmente. Cuando no se quiere que la otra persona pueda seguir expresando sus sentimientos.
- Interrogar. Cuando se trata de interpelar razones, motivos, causas, buscando mas información pretendiendo resolver el problema, sin contar con la otra persona.
- Apartándose del tema, (Entretener, humorizar, distraer). Cuando se pretende alejar el problema, no encarándolo.
El lenguaje de la aceptación.
“Aceptar a la
otra persona
“tal como es”, es
un acto de amor. Sentirse
aceptada
es sentirse amada.
Es
comprobar
lo
que la
otra
sienta
realmente.
No intervenir cuando la otra persona
esta “haciendo”, es una forma no verbal de aceptación. El
“no hacer” es dejar espacio a la otra persona.
Ser
“humilde” en la escucha activa es una forma da mostrar
aceptación y reconocimiento.
Cuando se utiliza el lenguaje para
expresar, es fácil decir algo inadecuado. La palabra permite muchas
interpretaciones entre emisor y receptor. Es mejor la expresión
sincera de sentimientos y emociones desde nuestro yo autentico.
Utilizando la “retro-información”, para confirmar lo que
expresamos. El “tu” se utiliza normalmente en las 12 formas de
comunicación inadecuadas.
La escucha activa es
ser
consciente de cuales son las
actitudes básicas de
Carl Rogers (Autenticidad,
aceptación
incondicional y la empatía1).
Y comprometerse con las siguientes
actitudes2:
- Hacer creíble que queremos escuchar.
- Desear realmente acompañar.
- Aceptar las formas de expresarse de la otra persona.
- Demostrar confianza en la otra persona para que resuelva sus problemas.
- Ser consciente de la transitoriedad de los sentimientos y emociones.
- Reconocer que la otra persona es diferente.
- Que la comunicación sea “generativa”, que sirva para un futuro compartido.
- Indagar, “retro-alimentar”.
- Ser flexible.
La forma activa de escuchar, nos ayuda
a solucionar nuestros problemas. La otra persona sirve de espejo y
consuelo.
2Según
el
mindfulness hay 7 actitudes básicas.
sábado, 14 de septiembre de 2019
Crecimiento económico y la Renta Básica por Ramiro Pinto
Anteriormente
a la II Guerra Mundial la expansión económica provocaba la
necesidad de más materias primas, de más mercados, lo que dio lugar
a la conquista de otros territorios, origen
del
colonialismo. El crecimiento aumentó
la
población,
lo cual generó
una
presión no sólo demográfica, sino de más empleo, incluyendo
la
industria militar, cuya
sobre-dimensión
desembocó en guerras entre países vecinos o hasta
dentro de la
misma nación, para
aumentar los recursos,
de tal manera que el
crecimiento económico desembocaba en guerras,
a lo que se llamó “época de bonanza”.
¿Un
crecimiento económico que necesitaba ejércitos para la guerra?,
Estas guerras destruían y obligaban a volver a construir más
edificios, más industrias y más infraestructuras. En cada ciclo ,
un nuevo inicio, supuso el endeudamiento, lo cual se ha convertido en
algo permanente y ya no es posible más. Tras una guerra el
crecimiento económico salda la deuda, crea riqueza hasta que no da
para más y viene su declive, las crisis cíclicas hasta…
Por
otro lado la guerra con las nuevas tecnologías de tipo nuclear,
biológico o químico no tienen sentido económico, pues la
destrucción afectaría a ambos bandos, no habrá ganador ni vencido
y las nuevas armas matarían a millones de personas, pero dejaría
intacta las infraestructuras (con las armas químicas o biológicas).
Se hacen guerras locales, con armamento tradicional, para apoderarse
de fuentes de energía o de materias primas, pugnando por ellas las
grandes potencias económicas que apoyan a un bando o a otro, sea el
coltán, los pozos de petróleo, las vías de distribución del gas
natural, o grandes depósitos de agua.
Hago
un inciso antes de responder a la pregunta sobre ¿hasta
dónde y hasta cuándo el crecimiento económico desde el punto de
vista de la Teoría
Alternativa?,
que precisamente se plantea como respuesta a esta pregunta. La
llamada “crisis”
y la caída en esta última de la que no es posible salir, si no es
saliendo del modelo que la provoca, es
consustancial al desarrollo económico del último siglo,
pero cuando el ciclo deja
de ser “cíclico”
es a partir de los años 90, cuando se debió de haber implantado la
Renta
Básica, pero sucedieron dos efectos de resonancia que impulsaron
el desarrollo económico dando lugar a dos crecimientos dentro de la
contracción económica. Esto creó el
espejismo
de la
recuperación económica
basado en las inversiones
financieras de los nuevas tecnologías
que impulsaron al resto de sectores artificialmente, de manera que
estaban asentando una crisis definitiva en un modelo que estaba en
vías de finalizar sin recuperación posible. Fue como una
revitalización dentro de la agonía de un sistema al que se acababa
el fuelle.
Tales
olas de resonancia fueron la comercialización
de la telefonía móvil
y los juegos y productos derivados y posteriormente la
comercialización
de los ordenadores e internet,
que resolvieron el problema de los beneficios con capitales
emergentes que funcionaron en la economía bursátil, pero no
tuvo consecuencia real respecto a la pobreza ni a la de creación de
empleo
de una manera rentable y general, sino sólo de manera muy parcial.
Pero
se tiró del dinero público dando visos de realidad a una
recuperación ficticia y a un falso crecimiento.
Se ha
logrado
expandir la economía, pero en lugar de razonar sobre lo que estaba
pasando los economistas se ensoberbecieron en ver los síntomas y
otra vez más de lo mismo, unos países desde potenciar
industrias, como la del automóvil,
otros con la construcción de viviendas o dar lugar a la
concentración
de las distribuidoras de alimentos,
las grandes cadenas de supermercados y los servicios se trasformaron
en una industria más que se hace rentable en la medida en que las
condiciones laborales son más deplorables y esto, junto a la
necesidad urgente de dinero por parte de los estados , siendo pan
para hoy hambre, para mañana. Ante la falta de miras, se produce un
proceso
masivo de privatizaciones
que hemos vivido en la última década, cuya inercia ha llevado a un
proceso en cadena que es necesario enlazar en su conjunto. Han
pretendido
arrastrar a la sanidad y a la educación pública, que se salva por
los pelos gracias a la reacción de la ciudadanía en mareas de
protesta, pero que es un paso que se está dando parcialmente en
estos sectores también. Se ha privatizado
el agua,
los servicios
de basura,
de jardinería,
los trasportes
“públicos”,
que ahora son colectivos nada más, la gestión de diversos
registros, además de las llamadas “externalizaciones”
de muchas tareas de instituciones públicas y de los autonómicos o
ayuntamientos.
El
crecimiento económico o bien tiene unos límites desde el punto de
vista de la teoría económica convencional
o desemboca en una crisis (ciclo) o en una guerra. Más que ¿cuál
es su límite?, porque no es algo natural, la pregunta correcta es
¿qué limite ponemos al crecimiento económico?,
es decir ¿hasta dónde y hasta cuándo?. La respuesta desde la
Teoría Alternativa es: hasta
que sea posible la Renta Básica,
de esta manera se convierte, además, en una necesidad su aplicación.
Este
planteamiento tiene enjundia, pues muestra que no se trata de poner
la Renta Básica por poner, sino que es como consecuencia de un
desarrollo económico que tiene en cuenta el progreso tecnológico,
el cual sustituye mucha mano de obra y permite Sustentar,
desde el punto de vista ecológico y económico. Como dijo Erich
Fromm
en su obra “La sociedad sana”, año 1952, el problema no es de
índole económico, sino de mentalidad. De ahí la necesidad de
razonar, difundir y asimilar esta medida.
No
se puede aplicar de cualquier manera la Renta Básica, ni a medias,
ni en donde no sea necesario, aunque fuera posible, ya que en países
empobrecidos (siendo países con grandes recursos) no es conveniente
aplicar la Renta Básica. Tal es la paradoja, que muchos detractores
desde sus trincheras ideológicas achacan, falazmente, contra la
Renta Básica o quienes sin rigor teórico proclaman que sí, que
café para todos1,
cuando hay que ver cuál es el mecanismo de aplicación de esta
medida, que Eric
Fromm
llamó el “salario asegurado”. En estos países hace falta el
trabajo como elemento de desarrollo, porque ¿de qué sirve dar
dinero a una población si carece de hospitales, si tenga o no dinero
no va a poder ser asistido?, si no hay escuelas públicas ni
universidades, ni carreteras. En un desierto de nada serviría llevar
la cartera repleta de billetes. Más necesaria será una cantimplora
con agua. Pero en New York, ¿para qué queremos la cantimplora? Las
carencias estructurales se han de construir con el factor trabajo,
con empleo como factor central y como forma de distribución de la
riqueza, pero una
vez se implante un sistema social generalizado para la sociedad y se
llegue al punto del crecimiento óptimo, es cuando hay que aplicar la
Renta Básica.
No
es éste un tema baladí, pues tenemos experiencia histórica de lo
que que es una aplicación incorrecta o ideologizada de buenas
teorías, como pudo ser el socialismo, o el comunismo como teoría
económica. Estaba planteado para sociedades industriales
desarrolladas, de manera que exigían una planificación de la
producción y a su vez evitar la explotación económica. Sin embargo
se aplicó en sociedades aún agrarias, poco industrializadas y con
una organización en muchas aspectos feudales. Para hacer la travesía
a la sociedad industrial se impuso la dictadura del proletariado
fuera del contexto democrático y desajustada de la economía real,
basada en las necesidades, es decir, de las personas reales. Fue el
caso de la URSS y de China, con todos sus países satélites
posteriores. Se construyó un espejismo y su implantación fue una
monstruosidad con “pies de barro”.
Pero
obligo a las
sociedades industriales capitalistas
que
fueron recalando, ante el miedo a este nuevo régimen económico,
político y militar, con
políticas económicas en las que interviniera el Estado como gestor
del crecimiento basado en la Teoría
General de Keynes
y garantizar derechos sociales como fundamento democrático. Siendo
así que la Renta Básica acaba siendo una Tercera
Vía
entre el modelo liberal y el keynesiano, como síntesis superadora de
ambos antagonismos. Porque el
método dialéctico aplicado a la economía da como resultado,
también, la Renta Básica.
Por
ello la Renta Básica plantea: trabajo y empleos sí, pero el que
haga falta. Crecimiento económico, sí, pero hasta un límite que no
ha de ser sobrepasado, cuya acotación es urgente implantar cuanto
antes.
1En
los países avanzados el incremento del valor de los productos con
el pago de impuestos permite asegurar la Renta Básica.
martes, 5 de marzo de 2019
Afrontando el conflicto:
SeparEMOS
a la persona del problema. Tratar
un conflicto y mantener una buena relación de trabajo o personal, no
tienen porque ser objetivos opuestos. Para esto necesitamos basar la
relación en:
-
Percepciones: El conflicto no reside en una realidad “objetiva” sino en la mente de las personas. La “verdad en minúscula” es, sencillamente, un argumento más para hacer frente a la diferencia. La REALIDAD es la suma de todos los “puntos de vista”, que coincidiría con la VERDAD con mayúsculas que incluye e integra.
-
Debatamos las percepciones de cada un@: para tratar con las diferencias es mejor llevarlas al terreno explícito, hablarlas, comentarlas. Mientras lo hagamos de forma franca y honesta, sin culpar a la otra parte por “como” ve las cosas, una discusión de esta clase puede proporcionar la compresión que ellos necesitan para tomar en serio lo que tu dices y viceversa.
-
Pongámonos en el lugar del otro. La forma como vemos el mundo depende del lugar en el que estemos situados. Se tiende a ver aquello que se desea ver. La capacidad para ver una situación como la ve la otra parte (empatía) es una habilidad importante para la resolución de conflictos. En la Empatía más que confiar1 en la capacidad de ponerse en el lugar del otro, lo importante es dejar espacio a lo diferente. Necesitamos conocer bien su punto de vista y sentir la fuerza emocional y para ello hay que dejarle que se exprese tal como él considere.
-
No demos por supuesto: Es muy fácil caer en la costumbre de “saber” interpretar lo que la otra parte hace o dice. Normalmente se hace por nuestros propios valores o prejuicios. El coste de esto es que se desdeñan las ideas nuevas que puedan llevar a un acuerdo y se ignoran o rechazan los sutiles cambios de posición.
-
No hay culpables en el conflicto: Siempre es tentador hacer recaer toda la responsabilidad de la situación en la otra parte.
-
Permitamos que la otra parte se desahogue: Se puede conseguir una liberación psicológica de sentimientos como ira y frustración a través del sencillo proceso de escuchar (sin responder ni explicar ni justificar) las quejas del otro. Ayudarle a expresarlas facilita el poder hablar, mas tarde de forma mas racional.
-
Busquemos el consenso, asegurándo que se participa en el proceso: si la otra parte no se involucra en el proceso, el poco probable que se sostenga un acuerdo. Es así de fácil. Un acuerdo es mucho más fácil si ambas partes se sienten propietarias de las ideas. Un proceso de negociación se hace más fuerte a medida que cada una de las partes pone su impronta en el desarrollo de una solución.
-
Estemos atentos a las emociones: En un conflicto, las emociones son tan importantes como las conversaciones. Las emociones nos pueden conducir a una negociación rápida y sino las dejamos salir a un bloqueo temporal, o acabar con cualquier posibilidad. Lo primero es reconocer y comprender las emociones, las propias y las de los otros: observar como estamos en la situación. Nervios@? Tienes el estómago revuelto? Escucha a la otra parte y hazte una idea de lo que siente. Manifestemos las emociones de forma explícita y reconozcámoslas como legítimas: Esta bien decir, por ejemplo, que la gente está disgustada por lo que pasa. Al convertir los sentimientos propios y ajenos, en un foco explicito del conflicto, disminuirá la gravedad del problema y lograremos que las negociaciones sean menos “reactivas”. Libres de reprimir las emociones las personas estamos mas dispuestas a trabajar en un problema.
-
No reaccionemos ante las explosiones emocionales: en situaciones conflictivas se puede dar que alguna persona rompa su auto-control. En estas situaciones es mas práctico no reaccionar, simplemente dejar que pase la tormenta (Excepción hecha, claro está de que alguien pierda tanto su control que trate de agredir).
-
Utilicemos gestos simbólicos: Acciones que puedan producir un impacto emocional constructivo y que generalmente, cuestan muy poco. Una nota de simpatía, un gesto, un abrazo, una comida. Buscar oportunidades para mejorar una situación emocional hostil con pequeños gestos. ¡¡Sin olvidar las disculpas!! Una disculpa puede ser una gran inversión.
ALGO
DE BIBLIOGRAFÍA
"El
corazón del conflicto" Brian Muldon
Krishnamurti:
el conflicto
"Tu
ganas yo gano" Helena Cornelius y Shoshana Faire
"Con
el amor no basta" y "Prisioneros del odio" Aarón T.
Beck
"Herramientas
para trabajar en mediación" Francisco Diez y Gachi Tapia
"Controle
su ira antes de que ella le controle a usted" Albert Ellis
"Cambio"
Paul Watzlawick, John Weakland y Richard Fish
Sentados
junto al fuego Arnon Mind
1La
comprensión y el sentirse afines, no siempre implica una verdadera
aceptación de lo diferente y puede seguir quitando importancia a lo
peculiar de la otra persona.
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