Por Miguel Yasuyuki Hirota, experto en monedas sociales
Ya
en mi
post en febrero presenté a qué nivel funciona mejor cada modelo
de moneda social, pero quisiera añadir algunos comentarios más:
- Las monedas regionales (ej.: Chiemgauer o SOL-Violette) para una comarca o una provincia podrían ser implementadas tanto por el gobierno autonómico como por el ayuntamiento de la ciudad cabecera.
- En principio LETS y bancos del tiempo funcionan a nivel local y/o barrial, pero es posible que los gobiernos autonómicos estimulen estas prácticas a través de la ley, por ejemplo los artículos 43 a 46 de una ley gallega se dedican a los bancos municipales del tiempo.
- En caso de grandes ciudades, por ejemplo Barcelona, se podría emitir una moneda social pagable para el transporte público (metro y/o autobús).
- El modelo brasileño de bancos de desarrollo comunitario podrá funcionar en algunos barrios / municipios con alto nivel de cohesión social, aunque hoy en día es muy complicado establecer nueva institución financiera.
- Durante la crisis de 2001-2002, muchas provincias argentinas emitieron sus propios bonos (ejemplo: Patacón en la Provincia de Buenos Aires) para financiarse y funcionaron bastante bien (véase aquí para ver la eficacia de tales cuasimonedas provinciales).
- En cuanto a la oxidación, recomendaría implementarla sólo en caso de que se teme a la acumulación de monedas sociales y/o que quiere utilizarla para bajar tasa de interés (ej.: Chiemgauer). En general, no vale la pena introducirla para el modelo LETS y bancos del tiempo.
Una
vez que elijan un modelo de moneda social, se
hace necesario diseñarla de modo a atender las necesidades
insatisfechas por aprovechar recursos locales,
ya que las monedas sociales son básicamente una herramienta para
fortalecer una economía autosuficiente: Mis posts de octubre
y noviembre
del año pasado trataron de descubrir cuáles recursos existen en la
comunidad y cómo aprovecharlos para la puesta en marcha exitosa de
monedas sociales, pero un concepto imprescindible es que las
monedas sociales son una herramienta para construir una economía
local / regional más orientada para la autosuficiencia,
sustituyendo productos y servicios importados con los localmente
producidos.
Otra
cosa fundamental es el diseño
y el marketing de monedas sociales en que el proceso participativo es
fundamental:
allí cada grupo de participantes presenta sus intereses y
expectativas en la moneda social y se realizan varias reuniones para
coordinarlos. A continuación mostraré lo típico que espera cada
grupo:
- Comercios locales y PyMEs: atracción de nuevos clientes y fidelización de clientes existentes, aumento de facturación y acceso a préstamos con menor tasa de interés o sin ningún interés.
- Consumidores: donación de parte de su consumo a asociaciones locales (Chiemgauer), aumento de su poder adquisitivo (Sol-Violette), creación de un fondo destinado a invertir en proyectos locales con euro depositado.
- Prosumidores (LETS / Clubes de Trueque): facilidad de realizar compraventas de bienes y/o servicios pese a su ingreso limitado en euro, capacitación técnica con posibilidades de conseguir empleo formal.
- Asociaciones: ingreso adicional (Chiemgauer)
- Ayuntamientos: realización de algunos objetivos socioeconómicos, tales como reducción de pobreza, inclusión social y desarrollo económico.
En
breve, es fundamental que la moneda social ofrezca ventajas a todos
los actores involucrados para serle atractiva. Hay otros aspectos más
a pensar, pero lo que he escrito es lo más importante.