El Norte de Europa cuenta
con una amplia experiencia en la implementación de monedas locales.
La democratización de los servicios sociales, el apoyo a la pequeña
y mediana empresa, la lucha contra la exclusión social y el respeto
al medio ambiente son cuatro de los ejes a los que la implementación
y el desarrollo de monedas sociales está ayudando a fortalecer.
Estas son algunas de las experiencias.

Ejemplos como el Makkie
en Holanda, el SoNantes en Francia o el SpiceTime Credit en el Reino
Unido o el E-Portemonnee son ejemplos de éxito que nos ayudan a
hacernos una idea de cómo las monedas sociales pueden contribuir a
dar soluciones a las distintas necesidades de los territorios.
"Monedas
comunitarias. Oportunidades y retos para los Gobiernos locales"
es un informe publicado por el Ayuntamiento de Amsterdam, en él se
explica cómo las monedas sociales pueden ayudar a:
- La democratización de servicios sociales y la mejora en la asistencia en los mismos
- El apoyo a las PYMES
- La reducción de la exclusión social y las desigualdades
- La reducción del impacto medioambiental y la promoción de conductas más responsables con el medio ambiente
La democratización de los servicios sociales
En años recientes las
monedas han sido reconocidas como instrumentos de política pública
por parte de los Gobiernos Locales. En la provisión de servicios
públicos, las transacciones económicas son cada vez más
preponderantes y la ciudadanía cada vez más se relaciona con estos
servicios como consumidores que como ciudadanos activos,
independientemente de que los servicios sean de ocio, educación o
salud. Las monedas comunitarias especialmente diseñadas para esto
pueden mudar las dinámicas de estas relaciones cada vez más
monetizadas, dotándolas de nuevo de su sentido social.

Introducida en el año 2012 en la zona de Makassarsquare, en la región de Indische Buurt en Holanda, el Makkie es a la vez una moneda basada en tiempo y un sistema de fidelización. Recientemente extendida a una zona más amplia, la moneda está representada por billetes físicos, donde un Makkie equivale a una hora de servicio a la comunidad o de trabajo voluntario. Los Makkies pueden ser canjeados por productos, servicios, actividades de ocio o descuento en las tiendas locales.
El Makkie tiene como
finalidad empoderar a los ciudadanos y ciudadanas para tomar parte
activa en su comunidad y mejorar el bienestar de los residentes. Las
actividades son concebidas y apoyadas por asociaciones de vecinos,
instituciones de prestaciones sociales, organizaciones de
profesionales y el Gobierno Local en respuesta a las necesidades
manifestadas por los vecinos y vecinas e identificadas en
investigaciones previas.
El apoyo a las pymes
Un sistema diversificado
y orientado a las necesidades de las economías locales y regionales
es esencial para una economía nacional sana. Las áreas comerciales
que abarcan una rica mezcla de comercios locales, crean economías
más resilientes a los cambios externos y más gratificantes, tanto
para los residentes como para los visitantes. Cada vez más, estos
comercios están satisfaciendo las necesidades de los consumidores
relacionadas con las compras online, creando lo que se ha denominado
"zonas comerciales virtuales" de comercios independientes,
que contrarrestan a las grandes empresas de venta online como pueden
ser Amazon o los grandes supermercados.

El SoNantes fue lanzada en abril de 2015, veinticuatro municipios de la región de Nantes se incluyeron en la moneda, pensada como un sistema comercial de crédito mutuo. El esquema es un sistema de tarjeta digital que permite a las PYMES (B2B - comercio a comercio) y a los ciudadanos (B2C- comercio a cliente) intercambiar bienes y servicios.
La moneda tiene como
objetivo
fortalecer la economía local (regional),
implicando tanto a las PYMES como a los ciudadanos individuales. Más
específicamente, el SoNantes apoya la economía local mediante el
desarrollo del comercio local de bienes y servicios, contribuye a
intercambios que sirven a la economía real, fomenta la solidaridad y
contribuye al desarrollo sostenible mediante el fortalecimiento de
circuitos cortos de comercialización y venta.
La reducción de la exclusión social
La exclusión de ciertos
grupos de la vida social debilita las relaciones comunitarias. Las
monedas diseñadas especialmente para este fin pueden ser utilizadas
para dinamizar el tejido social y asegurar que todos los grupos de
personas tengan las mismas posibilidades de implicarse a nivel
comunitario.

"La cosa más interesante de los créditos de tiempo Spice es la gran diversidad de opciones que ofrecen. Se pueden utilizar en escuelas, en servicios sociales, fortaleciendo las relaciones comunitarias y fomentando las capacidades de la gente. Pueden funcionar en organizaciones grandes y pequeñas. Permiten realmente mejorar nuestras intervenciones". Claire Mattison, Ayuntamiento de Lancashire.
Spice, está apoyando a
doce Autoridades Locales en Inglaterra para conducir y gestionar
programas de puntos basado en Tiempo. Los puntos basados en Tiempo se
utilizan para la provisión de servicios públicos básicos así como
forma de apoyo al voluntariado y al sector comunitario en las
localidades de implementación. Por ejemplo, en Haringey en Londres,
la Autoridad Local está liderando un esquema de puntos basado en
Tiempo que está integrado en los programas de prevención del abuso
de alcohol y abuso de sustancias. Los ciudadanos que están en
programas de recuperación se les da puntos basados en Tiempo si
llevan a cabo voluntariado en proyectos de servicio a la comunidad,
por ejemplo una clase de arte para otros usuarios. Los usuarios usan
sus puntos para acceder a actividades sociales, de ocio, culturales y
otros talleres incluidos en el esquema de intercambio de horas.
Tanto el ganar puntos
como el gastarlos mejora la provisión del servicio así como la
confianza de los usuarios, su salud, su bienestar y mejora su proceso
de recuperación.
El fomento de conductas respetuosas con el medio ambiente
Rediseñar el dinero con
objetivos ecológicos en mente, puede direccionar comportamientos y
cambios en los patrones de consumo que ahorren energía, reduzcan los
desperdicios o promuevan la producción de comida ecológica. Una
moneda puede, por ejemplo, funcionar como un sistema
de ahorro y recompensa donde los puntos ganados a través de
actividades sostenibles medioambientalmente,
como por ejemplo cambiar a un proveedor de energía renovable o
llevar la basura doméstica al centro de reciclaje, acciones que
pueden ser intercambiadas por diversos servicios públicos o por
productos sostenibles. Otras monedas pueden movilizar inversiones en
energías renovables, ya sea a nivel de hogar, de empresa o estado.

E-Portemonnee (monedero virtual) fue lanzada en el 2005 en la zona de Limburgo, Bélgica. Es un sistema electrónico de ahorro y gratificación. Los ciudadanos pueden ganar puntos realizando actividades ambientales sostenibles como el reciclaje. Pueden gastar sus puntos en productos sostenibles como por ejemplo bombillas de bajo consumo o servicios como la piscina municipal o el transporte público.
E-portemonnee es una
herramienta desarrollada por Limburg.net. Limburg.net es la
organización de recogida de basuras de la provincia de Limburgo que
da servicio a los 44 municipios de la misma. Cada municipio puede
elegir usar el e-Portemonnee como herramienta para sus políticas
locales. Hay diez municipios que han implementado el E-portemonnee en
sus comunidades. El deseo de Limburg.net es que haya más municipios
participando activamente y que empiecen a utilizar el E-portemonnee
como un instrumento de política ambiental.
Aquí, el informe
completo: