sábado, 22 de marzo de 2014

Sin Equidad es imposible la igualdad y la justicia

Original de Teresa Valdés Betancourt* modificado por David Madrid**
La igualdad tiene apellidos. No se trata de considerar igual a las personas ni de darle el mismo trato. Es solo atender la a cada uno en concreto y en consecuencia determinar qué hacer en cada momento:
No debemos considerar la igualdad partiendo de la historia patriarcal del hombre como modelo de lo humano1 y, se ha dado por supuesto que cuando hablamos de igualdad, nos referimos a igualar a todas las personas por el mismo rasero, de hacernos más uniformes, haciéndonos semejantes a ese determinado tipo de hombres, como explica Alda Facio.
Estas palabras no son banales. El derecho a la igualdad significa más bien un no a la discriminación, a eliminar las desigualdades que lastiman desde todos los ángulos; por raza, por sexo, por edad, por capacidades, por puntos de vista......, como bien se expresa en los argumentos de la Convención de las Naciones Unidad sobre la eliminación de todas las formas de discriminación.
La Constitución prevé la igualdad como parte de los derechos humanos, más la Constitución también se refiere a otros derechos básicos que se basan en la obligación ética, jurídica, laboral y de relaciones de convivencia: Son valores superiores en el ordenamiento jurídico, el derecho a la Libertad, Justicia, Igualdad y Pluralismo político (Articulo 1.1), El derecho a la pluralidad política (Articulo 6), El derecho a una vida digna (Articulo 15), El derecho a la libertad ideológica y religiosa (Articulo 16), El derecho a la educación (Articulo 27.5), el derecho a un sistema tributarios equitativo (articulo 31), el derecho y el deber del trabajo (artículo 35), el derecho al empleo y a la redistribución de la renta (artículo 40), el derecho a la seguridad social (artículo 41), el derecho a la protección de la salud (artículo 43), el derecho a la cultura (artículo 44.1), el derecho a conocimiento libre y a la tecnología para todos (artículo 44.2), el derecho a un medio ambiente adecuado (artículo 45), el derecho a la vivienda, (Articulo 47), Todos estos derecho son a las personas y no tienen porque ser iguales para todos, mas bien tienen que ser justos y equitativos, porque este principio requiere que en ocasiones se determine un trato idéntico y en otras un trato distinto.
Aquí es donde aparece el concepto de Equidad, porque en las políticas públicas no se puede tratar a las personas como si fueran idénticas, son diferentes pero no inferiores: a cada uno según sus necesidades y capacidades.
Ha sido históricamente el modelo de los varones patriarcales los que alcanzaron el conocimiento y dictaron las normas del hacer, acumularon la experiencia en los espacios públicos, ocuparon y ocupan puestos en la política, en el gobierno, en la religión, en los partidos, en la cultura y en el lenguaje, mientras las personas como grupo humano que no responden a estos valores patriarcales, quedaban relegadas a la casa, el cuidado de la prole, a la familia, al silencio de lo privado y a la ignorancia.
La Equidad es asumir las diferencias, como los dedos de la mano que todos son distintos con funciones y posibilidades diversas. La Equidad no supone eliminar la desigualdad, la hace visible se convierte en un camino, una herramienta para alcanzar la Identidad legítima de cada persona, según su practica y su vivencia. El reto es promover este respeto de la diferencia a través de las acciones por los derechos de todos, promovida desde la ciudadanía y por las personas que forman parte de las entidades estatales que tiene que gestionar lo público. La democracia real es el reconocimiento de que existe la diferencia, muchas minorías, nunca la imposición de cualquier mayoría. Se aprecian discretos logros, pero en la raíz seguimos en una dictadura del modelo patriarcal machista refrendado por el sistema capitalista.
El derecho humano a la igualdad, basada en el reconocimiento de que somos diferentes, requiere que cada gobierno implemente estas y muchas otras acciones para eliminar la discriminación contra las personas que no responden al modelo mayoritario, hacerlas visibles en la sociedad y en su reflejo cultural a través del lenguaje, lo que se reconoce jurídicamente como la igualdad sustantiva o real.
El camino de la Equidad exige eliminar aspectos que conducen a la discriminación. El reconocimiento de que todos los seres vivos estamos en el mismo planeta y que tenemos que compartir sus recursos, nos obliga a cooperar y a buscar formulas de entendimiento intercultural e interdependiente para que la gestión de esos recursos nos garantice el sustento a todos: la SUSTENTABILIDAD es el objetivo, la aspiración universal, La Equidad, la Renta Básica, la Soberanía alimentaria, la Ecosimía, el Conocimiento y la Tecnología libre, una Huella Ecológica justa son la herramienta para identificar y reconstruir las causas que se justifican con estereotipos y prejuicios fundados en la injusticia. La confusión se esclarece cooperando hombres y mujeres en nuevos conceptos que transformen la realidad para alcanzar mejores resultados en política, educación, salud y desde la convivencia.
1En la Revolución francesa ya se hablaba de igualdad, pero las mujeres no contaban, ni los niños, ni …...

2 comentarios:

  1. Interesante el articulo, en el aparecen algunas verdades que tienden a olvidarse, Por ejemplo: "En la Revolución francesa ya se hablaba de igualdad, pero las mujeres no contaban, ni los niños, ni …"
    Ademas se habla demasiado de igualdad y poco de equidad, ¿porque?... porque al sistema capitalista, productivista consumusta, le interesa estandarizarlo todo(métodos de producción, mercancías, consumidores) y para ello se vale del Pensamiento Único, (que lo homogeneiza todo) y de sus instrumentos el Poder Mediático y el marketing. Indudablemente fabricar unos vaqueros casi iguales para Hombre y mujer, fue uno de los negocios más redondos del siglo veinte.

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  2. Completamente de acuerdo. Gracias por tu aportación.

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