lunes, 13 de enero de 2020

La renta básica, a debate

original de Federico G. Charton. La brecha entre ricos y pobres se ensancha cada vez más, especialmente desde que comenzó la crisis, esa crisis que los poderosos se empeñan en decir que ha sido superada. Pero eso tal vez es cierto para el 10% de la población española, aquella que en la última década ha acumulado la mitad de la riqueza de nuestro país, es decir, medio billón de euros y que son el sector de población que realmente defiende este sistema.

Según el último informe de Save The Children, Desheredados, Desigualdad infantil, igualdad de oportunidades y políticas públicas en España, en nuestro país, entre 2008 y 2015 la pérdida media de renta debida a la crisis fue de un 21% entre las personas más pobres, mientras que la pérdida entre las más ricas fue sólo de un 2,1%. El sector más afectado es la infancia.
La renta básica universal sería el modo eficaz de superar la pobreza estructural del sistema capitalista e introduciría nuevos modos de relación con el trabajo
Desde la ecología política se plantea una solución para evitar la pobreza extrema: la Renta Básica Universal (RBU), un sistema por el que toda persona, independientemente de su edad, condición social o nivel de renta, recibiría una asignación lo suficientemente elevada como para asegurar su supervivencia, según los estándares de cada país. La RBU sustituiría a una serie de subsidios y ayudas condicionadas a la situación laboral de cada persona, que seguiría necesitando para alcanzar el nivel adecuado, de forma complementaria, aunque tuvieran un empleo, tendrían la libertad de poder rechazar aquellos trabajos que atenten contra sus derechos, pues su sustento no dependería de ello. Se podrían realizar muchos mas trabajos por vocación. Además, la RBU daría visibilidad a los trabajos no remunerados, casi siempre hechos por las mujeres de forma injusta, como son los cuidados y la crianza (aunque tiene que venir asociado a una re-definición de los roles en la familia). Numerosos estudios avalan la viabilidad de la aplicación de esta renta, como los realizados por el profesor de Economía de la UB, Daniel Raventós, o por la Red de Renta Básica, cuyos trabajos dan argumentos muy sólidos para hacer posible esta medida, que ya se está poniendo a prueba en países como Finlandia.
Las críticas a la RBU vienen tanto de la derecha como de la izquierda del espectro político. Desde las filas conservadoras se suele argumentar que “no hay dinero para esto”, “provocará que la gente no quiera trabajar”, “alentará la ociosidad”, etc. A estos argumentos se les puede contrarrestar con otros, como que percibir una renta básica disminuiría la presión de aceptar un empleo cualesquiera que fueran las condiciones laborales ofrecidas. En segundo lugar, una renta básica estimularía con toda probabilidad el autoempleo, pues disminuiría de forma considerable los riesgos de emprender un proyecto nuevo. Además, traería consigo una presión al alza de los sueldos de quienes desempeñan trabajos incómodos y poco gratificantes.
Desde la izquierda también se critica la RBU, con argumentos como que, se entrega dinero a los beneficiarios para que compren los productos y servicios siguiendo la lógica del mercado, este juicio minusvalora la capacidad de las personas de consumir de forma responsable1. La izquierda prefiere el empleo remunerado garantizado, moneterizando toda actividad, aunque sea voluntaria y en favor de la comunidad. Argumentan que subiría la inflación y que los costes de la RBU serían mayores que los actuales referidos a la Renta Mínima, razonamientos rebatidos por los defensores de la RBU que pueden ser fácilmente consultados en la red.
La Renta Básica Universal es una medida que está siendo debatida en la actualidad, y cuyos beneficios, en mi opinión, excederían sus desventajas, siendo un modo eficaz de superar la pobreza estructural del sistema capitalista e introduciendo nuevos modos de relación con el trabajo, para alcanzar una sociedad más justa y solidaria.
  Federico G. Charton. Catedrático de Música de Educación Secundaria en un instituto de Murcia. Nació en 1965 en París (Francia). Licenciado en Biología por la Universidad de Murcia (1989), ha trabajado en temas de educación ambiental antes de dedicarse a la docencia en la especialidad de Música desde 1993, simultaneándolo con su interés por los temas ambientales. Miembro de Los Verdes de la Región de Murcia (ahora EQUO) desde 2003. Actualmente afiliado de EQUO RM, organización de la que fue co-portavoz regional entre 2011 y 2013 y miembro de la Mesa de Coordinación Autonómica entre 2011 y 2015.
1 Si se consigue la RBU, muchas mentalidades tendrán que cambiar. Esta medida ayudaría a ser mas conscientes.

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